ROMA

La minuciosidad artística


Crítica Roma: la minuciosidad artística

Después de un rato pensando cómo empezar la crítica de Roma de Alfonso Cuarón, se me ocurren dos palabras que definen lo que he sentido al terminar la película: asombro y emoción. Asombro, por el nivel de detalle con el que está hecha, por la impactante fotografía que utiliza, por la armonía de los movimientos de cámara, la minuciosidad y belleza en cada encuadre… Es algo realmente fuera de lo común. Y emoción, porque el último tercio de la película ha conseguido conmoverme y emocionarme, por cómo consigue transmitirte el dramatismo que contiene el guion.

Pero vayamos poco a poco. A nivel cinematográfico, creo que es innegable que Roma posee una calidad excepcional. Para empezar, la decisión de utilizar el blanco y negro ayuda a que el espectador no se distraiga con los colores y se centre en lo que el director le quiere mostrar. Esto, combinado con un buen uso de los contrastes claro-oscuro, y jugando con los brillos de la iluminación y elementos del decorado (puertas, ventanas…) consigue que el espectador dirija la mirada siempre a los focos importantes de la imagen. Pero Cuarón no se queda ahí, sino que le añade unos movimientos de cámara a la vez inteligentes y estéticos, que refuerzan la imagen, y también sirven de guía para el espectador. Pensad por ejemplo en la multitud de ocasiones durante la película en las que la cámara se adelanta a los personajes. Aquellas escenas en las que la protagonista va recorriendo la casa y la cámara se mueve hacia una habitación justo antes de que ella entre. Todo esto, no solo sirve para presentarnos la localización antes de que veamos la acción, sino que también nos anticipa sus movimientos para que estemos preparados y nos fijemos bien.

Centrándonos en el montaje, a pesar de que algunas escenas llegan incluso a rozar el cine lento, no se hace pesado ni largo en ningún momento. Al menos, yo estaba tan absorto mirando cada detalle de las imágenes que se proyectaban, que no me importaba el tiempo que pasaba en una misma locación. Porque cuando observas una fotografía cargada de expresividad y belleza, te da igual que incluso no se mueva. Y esta película contiene varias que serían para enmarcar y ponerlas en un museo. Pero lo que me ha sorprendido gratamente es que Cuarón también ha añadido algún montaje con más cadencia de planos para destacar algún aspecto en concreto. A mí me ha gustado especialmente la llegada del padre en coche. Porque antes de que se nos muestre el rostro del personaje, Cuarón nos muestra una batería de planos detalle (de partes del coche, de su vestuario, del cigarro…) que caracterizan plenamente al personaje sin que lo hayamos visto. Y eso es un claro ejemplo de cómo el lenguaje cinematográfico habla por sí solo.

Pasando al guion, éste no presenta ninguna complejidad especial, pero tiene muy claras las ideas que quiere mostrar. Y es que una historia simple, pero bien contada, a veces tiene mucha más fuerza que algo muy extravagante, pero que se aleja de lo real. Porque aquí los personajes son y se sienten reales (también gracias a la buena actuación que realizan). Son personas que salvando la diferencia temporal podríamos haber conocido. Y eso, cuando se muestra de forma realista y a la vez emotiva, llega al espectador, nos hace empatizar con sus vidas y llegar sentir parte de sus sufrimientos. Y aquí entramos en el que a mí me parece que es el tema fundamental de la película: las trágicas consecuencias que trae la ausencia de la figura paterna en una familia. Para poder explicarlo más a fondo, a partir de ahora voy a hablar con spoilers. Si nos paramos a pensar en las dos “familias” que se nos muestran en la película, todos los problemas vienen ocasionados por el abandono de los padres a la mujer y sus hijos. Por un lado, tenemos a la criada, que tras quedar embarazada es abandonada por el padre del niño, y si bien no se puede afirmar que éste sea el culpable de que el bebé nazca muerto, sí que contribuye en el sufrimiento de la madre (y esto también puede causar el fallecimiento), porque no está a su lado en los momentos difíciles, porque incluso le amenaza con pegarle y más adelante le apunta con un arma, porque ni le ayuda ni está presente durante el parto… Y por otro lado tenemos a la familia Cuarón, donde el padre prácticamente no está presente, primero por motivos de trabajo y luego por el divorcio. Este hecho no solo preocupa y carga excesivamente a la madre, sino que también afecta a los niños.

A mí me parece que esta es la manera más efectiva de realizar una crítica a la actitud que tenían algunos hombres en aquella época. No con discursos ideologizados contra el machismo, sino mostrando unos personajes que sean capaces de conmover a espectador. Y de esto tendrían que aprender ciertos directores actuales, que, por meter con cuña ciertos mensajes en sus películas que venden muy bien frente a la opinión pública y ayudan en el marketing, se cargan la cohesión de la película y su naturalidad.

Un último aspecto positivo que Cuarón utiliza de forma muy efectiva en la película es la antítesis (contraposición de dos ideas opuestas). El ejemplo más claro es cuando hacia el final de la película, después de que la madre les haya dicho a los niños que se ha divorciado, están comiéndose un helado, tristes y afectados por la noticia, y al lado tenemos a una pareja recién casada haciéndose fotos. Este contraste alegría-tristeza, unión-soledad acentúa fuertemente la difícil situación por la que están pasando los protagonistas, porque si nos muestran un color negro al lado de un gris no lo vemos tan negro como si nos lo muestran al lado de un blanco. Y también hay otros ejemplos bastante sutiles, como en la escena en la que el marido se va en coche y la mujer se queda sola y aparece por la calle un desfile alegre, o en la escena del incendio en la que están todos asustados y agobiados apagando el fuego y el que va disfrazado se pone a cantar tranquilamente. Y esto nos lleva al segundo tema que quiere transmitir la película: las diferencias entre personas, los contrastes. Siempre habrá personas felices mientras nosotros estemos pasando por momentos difíciles, siempre habrá personas que tendrán la vida más fácil que otras, o que habrán recibido más. Pero esto no nos tiene que paralizar. Los problemas no se solucionan criticando a aquellas personas que no los tienen o exigiéndoles que te arreglen la vida. Los problemas se solucionan mirando hacia adelante junto a aquellas personas que te aman y sufren contigo. Y esta es precisamente la imagen que transmite el clímax de la película, cuando todos se abrazan en la playa. Han pasado situaciones difíciles, pero es el momento de unirse, dejar atrás el pasado y empezar a trabajar para salir de esa situación, porque la vida sigue y no se detiene, igual que los aviones que aparecen en varias ocasiones en el fondo de la escena.

Antes de terminar me gustaría mencionar también un aspecto negativo de la película. Más que un aspecto, es una escena que creo que está totalmente fuera de lugar y no aporta nada a la película. Y es la escena en la que aparece el novio de la criada vestido como vino al mundo. No solo es una escena que se podría haber presentado de una manera más pudorosa y respetuosa con el actor, sino que también creo que tampoco aporta nada a nivel argumental. Es más, creo que hubiese sido mucho más interesante a nivel de guion haberla omitido porque, primero, de alguna manera se podía sobreentender por el contexto, y segundo, en el caso que haya espectadores que no lo capten, es mejor presentar directamente que ha quedado embarazada. Por ejemplo, con el divorcio, Cuarón sí que lo presenta de esta manera, nos da pistas para sobreentender que el padre no va a volver, pero no nos muestra ninguna escena discutiendo con la mujer o lo explicita antes de tiempo. Y esto resulta mucho más efectivo. Otra escena que se podría haber suavizado sin perder emotividad es la del parto en la que al final se ve al bebé muerto. Se podría haber dejado al bebé toda la escena desenfocado en el fondo, como cuando lo están reanimando. Aunque en este caso sí que es coherente presentar una escena fuerte para impactar al espectador, la escena en sí ya tiene suficiente emotividad y carga dramática como para presentar además un elemento que pueda herir a un público más sensible. Pero igual que la primera escena mencionada pienso que es contraproducente y no ayuda nada a la película, esta segunda simplemente es mi opinión y a mí me resultó igualmente efectiva.

Como conclusión, creo que Roma es una película que trabaja minuciosamente el lado artístico del séptimo arte y esto ayuda a que el espectador pueda captar de forma clara y a la vez estética los mensajes presentes en la película. Si bien no es una película para todo el mundo y que la gente que solo busque entretenimiento no sabrá valorarla, su visionado nos puede ayudar tanto a nivel personal como para entender mejor el arte del cine.


Daniel
11/02/2023