¿Qué es una crítica cinematográfica?
Hoy en día existen tantas definiciones de crítica cinematográfica como personas. Algunos las utilizan para machacar películas o directores. Otros para ganar dinero o hacer marketing de determinadas películas. Hay personas que creen que cualquiera puede ponerse a escribir una crítica y decir cualquier tontería como si supiera de lo que está hablando. Pero la realidad es mucho más compleja.
A grandes rasgos, una crítica cinematográfica es un artículo de opinión o una reflexión acerca de una película. La finalidad de toda crítica debería ser ayudar al lector a apreciar mejor la belleza de la obra, así como mejorar su entendimiento acerca de los recursos utilizados por el autor y su finalidad. Si bien no es necesario tanto nivel de detalle como en un análisis, ésta se tiene que realizar después de cierta reflexión acerca del visionado (si no, estaríamos hablando de una reacción a una película y no tanto de una crítica). Una crítica puede ser totalmente subjetiva y hacer uso de interpretaciones y experiencias propias del escritor. Sin embargo, ésta no se debe realizar con ningún interés particular. Las críticas están para mejorar el entendimiento de la película y ayudar a la gente a formar su propia opinión. Por lo tanto, tampoco deben ser una imposición de un punto de vista.
Dicho esto, en esta sección lo que se presentan son opiniones acerca de diferentes estrenos de películas actuales, películas que tienen cierta consonancia con la temática de esta página web, o que son interesantes en términos cinematográficos. El contenido de estas críticas es totalmente subjetivo, y, si bien puede tener algunas bases teóricas, seguramente difiera de la opinión de muchos otros críticos o espectadores. Pero como ya he comentado, el fin no es convencer, sino hacer pensar. “Examinadlo todo, quedaos con lo bueno”. Si alguna frase os sirve para descubrir algo nuevo en una película, ya habrá valido la pena. Y si no, entonces utilizadlo para reforzar o poner a prueba vuestro criterio.
Por último, es necesario mencionar que obviamente una crítica puede expresar los aspectos negativos de una película. Es más, debe hacerlo si es que los hay. Pero sin mala intención. Hay que ser crítico, no criticón. Con finalidad constructiva, no destructiva. Porque toda película, por el hecho de salir a la luz ya es algo grandioso y que hay que valorar. No es nada fácil terminar un proyecto de esta envergadura. También va bien recordar que uno puede descubrir una obra cuando tiene la capacidad de asombro (estar dispuesto a que las cosas te hablen). Si vamos con prejuicios o con prisas, normal que no saquemos nada de una película. Hay que ponerse en disposición para poder sumergirnos en las profundidades del arte. Si estáis interesados en profundizar más acerda de qué es una crítica de cine y cuál es la misión del crítico, podéis leer el siguiente el artículo de opinión: "Sobre la crítica y el crítico de cine".
Dejo por aquí un fragmento de Juan de Mairena, de Antonio Machado, que nos puede ayudar a mejorar nuestra visión crítica:
Si alguna vez cultiváis la crítica literaria o artística, sed benévolos. Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin o conformidad con lo inepto, sino voluntad del bien, en vuestro caso, deseo ardiente de ver realizado el milagro de la belleza. Sólo con esta disposición de ánimo la crítica puede ser fecunda. La crítica malévola que ejercen avinagrados y melancólicos es frecuente en España, y nunca descubre nada bueno. La verdad es que no lo busca ni lo desea.
Esto no quiere decir que la crítica malévola no coincida más de una vez con el fracaso de una intención artística. ¡Cuántas veces hemos visto una comedia mala sañudamente lapidada por una crítica mucho peor que la comedia!… ¿Ha comprendido usted, señor Martínez?
Martínez.― Creo que sí.
Mairena.― ¿Podría usted resumir lo dicho en pocas palabras?
Martínez.― Que no conviene confundir la crítica con las malas tripas.
Mairena.― Exactamente.
* * *
Más de una vez, sin embargo, la malevolencia, el odio, la envidia han aguzado la visión del crítico para hacerle advertir, no lo que hay en las obras de arte, pero sí algo de lo que falta en ellas. Las enfermedades del hígado y del estómago han colaborado también con el ingenio literario. Pero no han producido nada importante.